En estos últimos días vivimos un gran dilema: mascarilla sí o mascarilla no. Para nosotros, no hay duda: para presumir de una piel sana y bien nutrida, ¡siempre sí a la mascarilla!

Además de una buena alimentación y descanso, necesitaremos un aliado imprescindible para mantener los signos del envejecimiento a raya y que permita que los poros de tu rostro se liberen de las sustancias negativas: la mascarilla facial.

¿Qué tipos de arcilla son adecuados para cada piel?

Para empezar, es importante recordar que el origen influye en la calidad de la arcilla, ya que es un material que viene de la tierra, el hábitat natural de miles de seres vivos microscópicos que aún pueden estar presentes en arcillas de mal origen. Estos seres vivos, como hongos y bacterias, pueden ser perjudiciales para tu cuerpo, en lugar de facilitar la acción terapéutica. Antes de empezar, asegúrate de la calidad de tu arcilla.

mascarilla-facil-arcilla

La máscara de arcilla no debe secarse completamente sobre la piel hasta el punto de tirar de ella. La máscara de arcilla actúa en presencia de agua: cuando se evapora, la arcilla elimina la humedad de la piel. Lo ideal es mantenerla en la piel el tiempo suficiente hasta que empiece a secarse; también puedes prolongar su hidratación rociando una agua floral. En nuestra línea facial tenemos dos opciones que ya vienen en formato spray para rociar de forma práctica: agua floral de lavanda y agua floral de azahar.

Angela García nos enseña de forma genial cómo usar nuestra agua floral de lavanda Dulces Sueños para mantener la humedad de la mascarilla de arcilla

@angelagarcia_rf

Y, finalmente, tienes zonas de tu piel más grasas que otras. Puedes elegir diferentes tipos de arcilla para cada zona. Las áreas más grasas pueden requerir un tipo de arcilla determinado. Saber qué tipo de arcilla usar en cada área es simple, siguiendo nuestros consejos.

Arcillas para todo tipo de piel

A menudo encontramos indicaciones estandarizadas para las arcillas, como “la arcilla dorada aclara la piel” o “la arcilla blanca aclara la piel”. Aunque ambas informaciones son correctas, sus beneficios van más allá y pueden ayudar a todos los tipos de piel . En las pieles grasas ayudan a reducir los poros, regular la grasa y la textura uniforme, especialmente en la zona T (mentón, nariz y frente).


Arcilla para todas las pieles

el comodín del cuidado natural

La piel sensible o propensa a la dermatitis puede beneficiarse enormemente de ambos tipos de arcilla, especialmente de las propiedades de la arcilla blanca, que es extremadamente suave y delicada.

Su uso para pieles secas y maduras también está indicado, tanto por sus propiedades antioxidantes como por su suavidad, que evitan la sequedad que pueden causar las arcillas más absorbentes, como la arcilla verde, por ejemplo.

Ambos ayudan en la uniformidad de la textura y el tono de la piel y pueden ayudar a reducir las imperfecciones. El uso indicado es semanal y debe ir acompañado de otra hidratación y cuidado de la piel.


Arcillas para pieles grasas

poder de regulación y limpieza por adsorción

Quizás el más conocido de todos es el uso de arcilla verde en la cara, especialmente en pieles grasas. Esto se debe a que él y la arcilla negra actúan equilibrando la producción de sebo y limpiando las impurezas con su acción absorbente.

Aquí, tenga cuidado: las aplicaciones frecuentes o prolongadas de estos tipos de arcilla pueden irritar la piel sensible. Esto puede estimular tanto la producción de sebo como la aparición de más granos a medida que la arcilla “arrastra” las impurezas sobre la superficie de la piel. En este caso, el secreto para no tener un efecto de rebote en la arcilla es el equilibrio: la aplicación no debe durar más de 25 minutos y debe realizarse como máximo cada dos semanas.

Si la búsqueda es tratar espinillas o espinillas, la punta es aplicar la arcilla disuelta en agua caliente o tibia: la temperatura más alta aumenta la transpiración, abre los poros y potencia la acción de la arcilla . También existe la posibilidad de hacer una exfoliación ligera antes de aplicar la máscara de arcilla, previamente desatascar algunos poros y facilitar su acción.

Aún así, si su piel es sensible, el secreto es usarla como tratamiento local: pequeñas cantidades de arcilla en las áreas más necesitadas, como la nariz, la barbilla o las espinillas pequeñas. Semanalmente existe la posibilidad de intercalar con la aplicación de arcilla blanca, máscara de avena casera o yeso de ñame. Después de la aplicación y el enjuague, lo ideal es humectar la piel con productos naturales con reguladores de aceites activos, como aquellos con árbol de té, o jojoba en su composición.


Arcillas para pieles secas y maduras

antioxidantes y estimulantes de la producción de colágeno

La piel seca y madura tiende a ser más susceptible a la sensibilización, por lo que es necesario elegir la arcilla adecuada para su tipo de piel. Debería aportar beneficios para la salud de la cara, sin resecar, tirar o irritar la piel, por lo que siempre es necesario prestar atención a los consejos de uso que damos al comienzo de este artículo.

Menos populares en el tratamiento con arcilla, los beneficios del rojo, rosa (que es una mezcla de arcilla roja y blanca) y arcillas moradas son ideales para usar en pieles secas y maduras debido a su composición, rica en óxidos de magnesio y hierro y cobre.

Dan sus tonos que van del rojo oscuro al púrpura y actúan como antioxidantes y estimulan la síntesis de colágeno en estos tipos de arcilla.

Su uso debe ser quincenal y siempre intercalado con arcilla blanca o máscara de avena. Después del enjuague, el cuidado de la piel es esencial con la aplicación de potentes humectantes naturales, cremas nutritivas a base de aceites vegetales de granada, onagra, pepita de uvas y aceites esenciales como lavanda y geranio.